jueves, 21 de octubre de 2010

Mis razones para usar un portabebé!!

Cuando me quedé embarazada, una tarde de compras en un centro comercial, descubrí algo que cambiaría mi vida por completo. Una chica llevaba a su bebé pegadito a ella en lo que parecía un bolso y resultó ser un trozo de tela.
Como una es curiosa por naturaleza, y viendo que en las tiendas de puericultura de mi zona nadie sabía que era eso tan extraño que les explicaba,  me decidí a mirar por Internet.(Esa gran ventana al mundo) ¡¡Seguro que alguien habrá que me pueda explicar que co… es eso!! Y fisgoneando, fisgoneando encontré la página de RedCanguro.
¡¡Que bien lo explicaban!! ¡¡Que cómodo parecía!! ¿¿Y si le digo a alguien que me lo regale?? ¿¿Y si me lo regalo yo??  Continué leyendo, informándome y descubrí que no sólo era monísimo, cómodo, barato, sino que además era beneficioso para ni peke. ¡¡Miel sobre hojuelas!! Me dije ¡¡A por él!!
Aún recuerdo la frase de mi marido: ¡¡Si eso es un trapo, seguro que no lo vas a gastar!!
Eso es lo primero que le vino a la cabeza al Señor que en cuanto salimos a algún sitio con la niña dice: ¿¿¿Está mi mei-tai en el coche???

Así que he decidido reunir toda la información que tanto me ayudó y ponerla al servicio de quien le pueda interesar. Sobre todo, por que hace unos meses, cuando fui a ver a una amiga con su bebé recién nacido y me dijo que tenía displasia de cadera se sorprendió de que yo ya supiera de que se trataba (displasia: Cuando la articulación de la cadera es demasiado “plana” y la cabeza del fémur no encaja bien) Muchas veces el bebé al nacer tiene la cadera aún “inmadura” pero aunque no lo creáis es algo muy natural, la niña de mi amiga lleva un arnés, siempre, incluso cuando duerme, para asegurar que mantiene la posición “ranita”, que es justamente la que buscamos cuando “colocamos” al bebé en un portabebé tradicional. ¡¡Y ahí va mi resumen!!

¿Es importante la posición? Durante el embarazo el feto tiene las piernas dobladas, en un ángulo de más de 90º y es una posición altamente beneficiosa para el desarrollo de su cadera. Si forzamos el estiramiento de las piernas, en lugar de esperar a que el niño coja fuerzas y se pueda mantener en esa posición por si solo, podemos provocar que la cabeza del fémur empuje hacia arriba y en casos extremos se puede llegar a la luxación de la cadera o a molestias más dolorosas (artrosis) en la edad adulta. Como las articulaciones del bebé son cartilaginosas, se puede incidir positiva o negativamente sobre ellos.
La posición “ranita” es la ideal, es decir: Cadera y rodilla doblada más de 90º, piernas abiertas entre 90º y 140º y la espalda redondeada (posición fetal) bien apoyada. Esa es la posición que adopta el bebé en un foulard, en una bandolera, en un , mei-tai, en un pouch o en una mochila ergonómica.
Datos: Articulo en la revista “Eltren”(Alemania) 11/2001.Asesor,  Dr. Fritz Une Niethard. Clínica Universitaria de Ortopedia. Aachen.
¿Beneficios para el bebé? Lo más importante es que un portabebé ergonómico respeta la forma natural de las piernas y la columna del bebé, es decir, no lo estira más de la cuenta. Si os fijáis en la mayoría de las mochilas comerciales los bebés van colgando de sus genitales y totalmente estirados.
Los portabebés tradicionales se adaptan perfectamente a su fisonomía. De hecho, según un estudio llevado a cabo por la bióloga alemana Evelyn Kirkilionis en 1992, hay un descenso significante en problemas posturales en niños que han sido llevados en portabebés tradicionales (foulard, bandolera). ¡Sólo llevarlos 1-2 horas diaria eran suficientes para influir positivamente en la postura!
 ¿Beneficios para el porteador? Las madres, después de 9 meses de “porteo” aprendemos a reconocer cuando nuestro bebé está descansado o agitado, e instintivamente durante el embarazo pasamos la mano por nuestra tipa para tranquilizar o simplemente acariciar a nuestra “fierecilla”. Cuando porteamos a nuestro bebé, esa estrecha comunicación continua en el caso de las madres y comienza en el caso de los padres, o el resto de la familia, no van a ser los padres los únicos que disfruten del bebé.
Aún recuerdo la frase de una amiga, a quien después de quejarse de dolores de espalda, le dejé mi bandolera en una cena para que la probase con su bebé de ¡¡6 meses y 9 kilos!! ¡¡Como para no eslomarse!! Su “pequeño buda” era una monada, pero demasiado peke como para no necesitar atención casi constante. “Pruébala, yo tengo el mei-tai”. Así que se decidió: “¡Oh! ¡Parece como si volviese a estar en mi tripa! ¡No pesa nada! ¡¡Yo quiero unaaaa!! Es una sensación que debería experimentar todo el mundo.
Cuando son chiquitines, acurrucaditos como si la tela fuese una extensión de nuestro cuerpo, que reparte el peso por toda la espalda sin colgarse de los hombros. Los ves dormiditos, acompasando su respiración a la tuya y no puedes evitar ese hilito de baba cayendo por la comisura de tus labios y si te apetece les acaricias, o les besas. Cuando ya son más mayores fisgoneándolo todo, les puedes explicar todo lo que ocurre a su alrededor y ellos saben que se pueden refugiar en mami o papi si algo le inquieta o le da miedo. Aprendes, con solo mirarlos si tienen hambre, frío, sueño, aprendes a comprender sus gestos y a la larga ayuda muuuchooooo.
Posiciones:
Delante tumbado…Desde las primeras semanas facilita, sobre todo, la lactancia en “manos libres” jejeje!!
Delante de pie… Desde el primer día hasta los 6-12mese aprox. Para mí la más cómoda para empezar, es la recomendada para bebés con displasia de cadera.
Lateral… Cuando los bebés empiezan a aguantar la cabeza su curiosidad les hace pedir un cambio de posición para satisfacerla, además es una posición muy fresquita para el verano.
A la espalda… A partir de los 5-6 meses. Ideal para las tareas del hogar o para pateos en zonas difíciles (playa, montaña). Mi peke disfruta en el monte con su papi, buscando setas o siestando, ha llegado a dormir 2 horas, y eso que no es muy dormilona.

¿¿Por que NO con su espalda en nuestra tripa?? (posición de cara al mundo)
  • Es imposible colocar al bebé en posición “ranita” para un desarrollo óptimo de su cadera.
  • Si tiene necesidad (miedo, cansancio) el  bebé no puede refugiarse en su porteador, no hay retirada posible y demasiados estímulos pueden hacerle desarrollar un comportamiento hiperactivo.
  • Sin contacto visual el bebé no puede comunicar sus emociones y llorará más fácilmente.
  • Colgadito, todo el peso recae en los genitales lo que le puede causar pinzamientos y entumeciemientos en esa zona.
  • En esta posición el bebé automáticamente se inclina hacia delante y el porteador arquea la columna, lo que ocasiona tensión en los hombros y sobrecarga del periné en el cuerpo del porteador.

¿Se acostumbran? Claro, se acostumbran a los abrazos, a los besos, a estar seguros tranquilos y confiados. ¿Dónde van a estar más seguros que en brazos de sus padres? Aprenden a besar, a acariciar. Pero no os hagáis ilusiones, empezarán a gatear, andarán y cada vez pedirán menos “aupa” y llegará el momento en el que incluso os prohibirán tajantemente un beso en público (¡Con lo que debe de doler eso!).
¿Mi recomendación? Aprovecharos, enseñadles a vuestros hij@s que el mejor lugar donde pueden estar es en brazos de sus papis, protegidos, porque nosotros les enseñamos a ser sociables, a sentirse confiados y seguros de si mismos, a ser independientes. Y es que no es lo mismo mirar a la vida de frente que ir por ahí a una altura de los culos de muchos. ¡¡Perdón, me salió del alma!!

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